Esta foto es una de las más impactantes de la historia...
Sharbat Gula es el nombre de la chica, y su historia es apasionante. El rostro de esta niña de apenas 12 años, pues la foto data de 1984 y ella nació en 1972, dio la vuelta al mundo como portada de National Geographic en 1985. Huérfana después de los bombardeos soviéticos sobre Afganistán, en el momento de la foto malvivía en el campo de refugiados de Nasir Bagh, en Pakistán. Steve McCurry la inmortalizó como una Gioconda moderna.
Para mí es el retrato con mayúsculas. Todo buen retrato tiene que mostrarnos el interior de la persona. Nos tiene que transmitir sensaciones... Y esta toma las desborda. Es imposible no quedarse durante un instante paralizado por el magnetismo de esa mirada. Esos ojos nos lo dicen todo sin decir nada. Es una mirada serena, sincera y limpia... Y sobre todo, desafiante... No está abatida, no está pidiendo ayuda... No está ni siquiera posando para el fotógrafo. Está simplemente transmitiendo un mensaje de resistencia. Y sobre todo de vida...
Técnicamente la toma me parece impecable, con un turbante rojo que enmarca el rostro, y actúa como marco de esos ojos impactantes.
18 años después de esa toma, un equipo de National Geographic la localizó de nuevo para realizar un documental, y se volvió a repetir la toma. Es impactante comprobar lo que han hecho esos 18 años en un campo de refugiados y en un país en continua guerra con la chispa que desprendían esos ojos...
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